Como puedo empezar una carta de
agradecimiento a diferentes personas que estuvieron a mi lado durante ciertos
años difíciles de mi vida, de cierta manera u otra.
Dar las gracias no me
satisface, recordarles siempre y con
cariño, tampoco me satisface, no sé como agradecer todo lo que hicieron por mí.
Me enseñaron todo lo que necesitaba aprender para llegar a ese momento de mi
vida en el que conseguí ser el dueño de
mi mismo y gestionar mis actos con cordura, darme cuenta de quien fui hasta
ahora y durante 44 años que tengo, aceptar y disfrutar de quien soy desde hace un
tiempo, hasta que ya no esté en este bonito mundo. No sé si algún día podre
saber cómo agradecerles todo, pero hoy solo puedo decir lo que mis emociones me
están susurrando al oído.
ORGULLOSO, SATISFECHO, FELIZ, PREPARADO, ILUSIONADO,
VALIENTE, MIEDOSO y alguna más que dan
vueltas por mi cabeza reseteada. Podían haber sido otros los que estuvieron
hay, pero fuisteis vosotros, los que día tras día me enseñabais y demostrabais
que todo lo que no entendía y lo que sí, llegaría a ser la base de mis
conocimientos que hoy me dejan ser el mismo de siempre pero mejor preparado
para llevar una vida más madura y reflexiva. No podre olvidaros, lógicamente,
ni tampoco a los que estaban en mi mismo lugar, pero que también me enseñaron
mucho con sus experiencias, gracias a vosotros también. Ahora me gustaría ser
yo el que pudiera ayudar o enseñar y demostrar a los que sufren cada día, el
infierno que viven sus seres queridos y que tristemente no entienden, ni los
unos ni los otros. Creo estar preparado para ello y de conseguirlo e incluso
dedicarme a ello sería el máximo en mi vida. La experiencia es un grado dicen,
pues es más que un grado, es todo y sin ella no somos nada.
Seguramente con estas palabras
sea suficiente para agradeceros todo, pero ya me conocéis y nunca estoy
satisfecho con nada.
Espero que vuestras vidas sean lo
más satisfactorias posible y que si nos vemos por la calle seáis una más de
tantas personas que conocí, pero lo tengo muy claro que no os mirare igual que
al resto, porque las emociones brotaran muy rápido y será un momento muy
especial para mí. Sentiros orgullosos de vuestro trabajo, no solo el conseguido
conmigo, sino con todo lo que hacéis que es muy necesario en esta sociedad tan
ingenua en la que vivimos.
Un abrazo enorme a cada uno de
vosotros y seguir así, que sois buenos, muy buenos y espero que todos podáis
leer la carta, aunque sé que será difícil que llegue a todos.
Para no dejarme a nadie en el
recuerdo, os doy las gracias a todo el personal con el que he coincidido en el
centro. GRACIAS a todos.